Tucumán Epic 2023, detrás de la cobertura

Tucumán Epic es una competencia de mountain bike a lo largo de cinco intensos días. Cumpliento tres ediciones en 2023 se instala como la carrera por etapas más difícil de Argentina. Se realiza en Septiembre en los cerros tucumanos, haciendo base en San Javier y la ciudad de Tafí Viejo. ¿Qué hay detrás de la cobertura audiovisual de este evento deportivo?

Cuatro intrépidos audiovisualistas nos aventuramos desde el corazón de la capital tucumana hasta una casa en San Javier.

Nuestra misión: comunicar el día a día de los participantes, combinando lo majestuoso de los paisajes y lo desafiante de completar cada etapa.

 
 
 
 
Armados hasta los dientes con cámaras, drones, trípodes y una variedad de equipos esenciales, nos lanzamos a registrar la Tucumán Epic en toda su magnitud. Desde los complejos senderos hasta los ciclistas en plena acción, cada día de carrera nos ofrecía un nuevo desafío y una oportunidad para capturar momentos únicos.

Nuestra competencia es contra el reloj: la demanda de subir contenido diario requería una edición prácticamente instantánea. El desafío era inmenso, lo descubrimos el año anterior ya que había recaído sobre una única persona. Es por eso que este año, un grupo de editores tomó las riendas para ensamblar el material.

En el corazón de esta producción reside una herramienta visual indispensable: la visualización de datos en 3D. Con la cual, no solo capturamos la acción de la carrera, sino que recreamos meticulosamente los intrincados caminos y trayectorias que los ciclistas desafiaron día tras día, agregando una capa de comprensión más profunda con la ayuda de infografías animadas.

 
 
 
 
Sin embargo, como en toda buena historia, hubo obstáculos en el camino. El internet, ese aliado indispensable, se convirtió en nuestro mayor enemigo. Y además la logística para entregar los materiales crudos a tiempo, demandaba incluso heroísmo motorizado.

A lo largo de la travesía, también enfrentamos adversidades climáticas y lesiones inoportunas. Pero entre el cansancio y los contratiempos, emergió una conexión especial con la carrera y los ciclistas. Un vínculo que trascendía lo profesional, compartiendo la emoción y el espíritu de camaradería.

La culminación de esta odisea visual llegó con el brindis final, donde un giro inesperado llevó a nuestro doble agente (participante y miembro del equipo de trabajo), Matías Galindo, a subir al podio. Un cierre lleno de emociones encontradas y el reconocimiento a nuestra labor que va más allá de los lentes.

La pregunta final persiste: ¿Qué sabe el ciclismo de la naturaleza indiferente que lo rodea? ¿Y qué peso tiene el rol de un audiovisualista en el espesor de la yunga? Las respuestas quizás se diluyan en la inmensidad, pero el valor de cada fotograma capturado y la experiencia vivida trascienden cualquier medida y dejan un legado para construir parte de nuestra historia.